miércoles, 8 de mayo de 2013

Reflexión Final


Las dos entradas que elegí son la del circo de las mariposas y cambio social y transformadores sociales.

Escogí estas dos entradas porque son de las que más me gustaron, son aquellas que cuando las releí y ponderé simple y sencillamente dije: “Son tan yo”, y creo que eso es en parte porque son dos entradas de actividades me llegaron de una manera más profunda y lograron moverme de una manera diferente y especial que sobresale de las demás. Aunado a esto, puedo decir que son puntos clave que hablan acerca de cómo he crecido y de las cosas que he pensado y sentido. Ambas entradas hablan no sólo de un desarrollo y superación personal, sino de un crecimiento colectivo. Y creo que esa es una de las razones de que ambas entradas hayan sido tan importantes. Siempre he sido una persona entusiasta y optimista, me gusta pensar que las personas por naturaleza son buenas y siempre he confiado mucho en los demás aunque también debo de confesar que siempre había sido hasta cierto punto  más egoísta, puesto que primero que nada me veía a mi misma y cómo me afectarían algunas cosas y después pensaba en las repercusiones que tendría en los demás. Y ahora que finalizo esta etapa, me di cuenta de que he cambiado, sin pensarlo mucho ahora soy diferente, por ejemplo, me aventuré a meterme a Techo, soy más consciente de lo que me rodea, me he sensibilizado a los problemas ajenos y trato en la medida de lo posible, buscar la luz que vive dentro de cada persona. Y todo esto sin perderme a mí misma, sigo procurándome y enriqueciéndome, pero siento que ahora de todo corazón me preocupo y en la medida de lo posible me ocupo de los problemas que me rodean aunque no me afecten directamente. Esto es un poco más evidente en mi entrada “Vale la pena”, ya que ahí me di cuenta de que tal vez no sepa mi misión en la vida o para el mundo pero en lo que encuentro mi verdadero camino y misión puedo lanzar estrellas de mar y aportar algo al universo sin importar que tan grande o pequeño sea pero siempre dando mi mayor esfuerzo, nada es tan pequeño o insignificante como para no entregarte por completo, hay que hacer las cosas con pasión y convicción porque sólo así las adoptamos y las hacemos nuestras.

Ahora que se acerca el final, me gustaría decir que no soy la misma persona que en el primer día estuvo en la actividad de la Telaraña y se preguntaba qué podría enseñarnos esta materia. Recuerdo esa primera actividad y siento como si hubiera pasado toda una vida y no estoy muy lejos de eso, puesto que es impresionante la transformación que he tenido a lo largo del semestre.  Ahora que veo en retrospectiva, me doy cuenta  de cuánto he crecido realmente y de todas las herramientas que he adquirido a lo largo del mismo. Pero uno de mis grandes aprendizajes no es haber aprendido teóricamente acerca de estas herramientas, sino haberlas puesto en práctica y empezar a trabajar por mi cambio dejando de lado la idea de que haría algo cuando creciera, cuando me graduara y entrara a mi área de investigación. Saber que hay algo que sólo yo puedo aportar y que no importa cuán minúscula sea esa aportación, es diría yo, la esencia de mi mayor aprendizaje. Sin olvidar que derribé mis barreras, limitaciones y pretextos y ahora efectivamente estoy en vías de ser un agente de cambio, aún me faltan muchas cosas por hacer y aprender, pero el camino y la decisión ya los tomé, ahora estoy viviendo y recorriendo el camino del cambio que quiero ser.

Finalmente, lo más significativo para mí fue el ambiente que generamos entre todos, la confianza, cooperación, participación, entre mil cosas más, pero lo más increíble que logramos fue el sentido de pertenencia que consolidamos. Porque hubo un punto en el que aunque nos dividiéramos en grupos o equipos, todos nos sabíamos y pensábamos como una unidad, no había nada que hiciéramos que no afectara de alguna manera al prójimo y por ello siempre buscábamos el bien común, creo que logramos un equilibrio casi perfecto, fuimos y somos una sociedad ejemplar. Por lo que pienso que todos ahora que tomamos caminos diferentes, haremos grandes cosas, sembraremos la semilla del cambio, cultivaremos nuestros brotes y afianzaremos mejor nuestras raíces para defender nuestras creencias y luchar contra lo que pensamos que está mal y así poco a poco iremos contagiando a los que nos rodean, hasta que este sentimiento de pertenencia y unidad no sea sólo nuestro, sino de todos, nosotros también haremos nuestros actos de fe.

El curso se me hizo maravilloso, lleno de sorpresas, actividades, videos, reflexiones, aprendizajes, vivencias, sentimientos y tantas otras cosas que nos dejaban perplejos y mudos, confundidos e inclusive perdidos, deprimidos e insatisfechos, impotentes y ansiosos, alegres y esperanzados pero más que nada, fue un curso que te despierta al mundo, que te saca de tu burbuja de comodidad y falsas pretensiones de que todo está bien y te enfrenta con una realidad que no esperabas pero que aceptas y te comprometes a cambiar aunque no te hayas dado cuenta de ese compromiso hasta el final. No cambiaría nada, todo fue como tenía que ser. Y puedo decir que hoy soy mejor de lo que era ayer.

lunes, 6 de mayo de 2013

Brotes, raíces y actos de fé

Esta fue la última sesión del curso, en ella nos repartió el profesor una hojita con una semilla impresa y nos dijo que anotáramos al reverso un brote y una raíz. Donde el brote fue algo que empezamos a hacer, algo que cambiamos a lo largo del curso, mientras que la raíz era algo más profundo, como un cambio de pensamiento o algo que hayamos aprendido y sea muy significativo para nosotros. En mi caso fueron haberme aventurado a entrar a Techo y darme cuenta de que sí puedo hacer un cambio hoy por pequeño que sea y es valioso.

Después nos puso una cajita al frente del salón en donde había una notita con dos frases significativas que el profesor eligió para el curso y con una semillita anexada y una estrellita y nos dijo que los que quisiéramos pasáramos al frente, tomáramos nuestro regalito y dijéramos unas palabras acerca de lo que habíamos sentido en el curso o de lo que habíamos aprendido, en fin, lo que quisiéramos. Esto fue una experiencia simplemente maravillosa, escuchar lo que decían mis compañeros fue muy enriquecedor e inclusive algunos compartieron un poco más de ellos y sus vidas personales haciendo que en serio la actividad tomara un sentido mucho más íntimo y no sé, increíble, fue una muestra final de lo mucho que crecimos y nos unimos. Es me honra decirlo, la clase en la que el grupo dejó de ser sólo un grupo, salimos siendo mucho más que eso y es algo que jamás olvidaré. 

Finalmente, nos presentó un video con un acto de fé bien marcado y lleno de esperanza. El video fue de Tlaxco y como ahí se ha estado construyendo un estilo de vida sustentable. Aquí nos dicen como el Proyecto San Isidro se ha dedicado a la generación y construcción de eco-casas y a la renovación de un ecosistema que estaba muerto y cómo este ha ido renaciendo junto con las personas que habitan el lugar. Creo que es un ejemplo de un acto de fé, porque dice que lo comenzó un señor hace ya varios años y que empezó a sembrar la idea y proyecto en todas y cada una de las personas de la comunidad y pues él murió sabiendo que no podría apreciar ni disfrutar del producto de su proyecto pero sabiendo o con la esperanza y fé de que le dieran seguimiento y no se olvidaran de lo que quería hacer y cambiar. 

Siento que nuestro trabajo a veces consiste en eso, actos de fé y debemos de entregarnos a ellos aunque nosotros mismos no seamos capaces de cosechar los frutos de ese trabajo, porque le daremos a la siguiente generación un incentivo para que ellos siembren cosas que las siguientes generaciones puedan disfrutar haciendo así un círculo virtuoso en el que todos formamos un equilibrio y buscamos el beneficio común.


jueves, 2 de mayo de 2013

Cambio social y transformadores sociales

Para esta penúltima clase, cada uno trajo una imagen de algo que considerara un cambio social y además su resultado de un cuestionario acerca del tipo de transformador social que somos de acuerdo con The story of change.

Formamos algunos equipos y en mi caso, escogí una imagen del muro de Berlín ya que creo yo que fue un acto físico que iba mucho más allá del simple hecho de destruir esa división, sino que para mí fue algo que permitió derribar barreras o limitaciones mentales que llevaban ya mucho tiempo haciendo daño. Curiosamente, uno de mis compañeros de equipo también llevó la misma imagen y mi otra compañerita llevó una de Ghandi. Discutimos nuestras ideas y grupalmente hicimos una lista de características que habíamos encontrado en común con todas las imágenes y personas que se habían visto involucradas y la lista quedó así:
  • Valentía
  • Sacrificio
  • Momento crisis-optimismo
  • Oponerse a la opresión
  • Enfrentamiento con algo aparentemente más poderoso
  • Protestas pacíficas 
  • Búsqueda de participación ciudadana/Equidad/Unión
  • Actuaron con el ejemplo/coherencia
  • Convicción
  • Desinterés/Altruismo
  • Expresión física para derribar barreras mentales.
El profe nos dijo que estas características definen a los transformadores sociales y que entonces siempre debemos buscar tener por lo menos alguna de ellas, puesto que con eso seguro que haremos un cambio por pequeño que sea.

Posteriormente, vimos un video llamado "La esperanza", en el cuál un árbol cayó en medio de una calle y nadie puede pasar porque estorba el árbol a los coches y demás. Pero en eso un niño que bien podía haber esquivado con facilidad el árbol (pues iba a pie), decide que estorba mucho el árbol y empieza a empujarlo para quitarlo, obviamente es mucho peso para él y no lo mueve pero no deja de intentarlo. En eso se le acercan otros niños a ayudarlo y así ellos empujan bajo la lluvia y los demás observan hasta que deciden dejar de observar  y actuar. Así al poco tiempo muchas personas que pasaban por ahí o estaban en los coches empiezan a ayudar a mover el árbol y con tantos esfuerzos unidos logran quitar el obstáculo y todos pueden pasar ahora. 

Se me hizo un video sumamente conmovedor y el profe nos dijo que la esperanza radica en nosotros, en lo jóvenes y niños, ya que si nosotros queremos hacer un cambio podemos decidir ser ese cambio y con ese ejemplo mover a los que nos rodean. Otra cosa que me gustó mucho es que nos dijo que para lograr un cambio se necesita algo llamado masa crítica, que es el número de personas o seguidores que se requieren para generar un impacto. Y sorprendentemente, nos dijo que esa masa crítica nunca es del 100%, es decir, no necesitas que todos crean o hagan las cosas que quieres, con que el porcentaje correcto lo haga el cambio sucederá y esto fue un gran alivio, porque generalmente pensamos que tenemos que hacer que todos cambien pero si podemos empezar el cambio no sólo en nosotros sino en un porcentaje, en lugar de tratar que todos mejoren de la noche a la mañana, podemos ir ganando porcentajes pequeños gradualmente y aún así tener impacto y generar el cambio que queremos.

Para finalizar esta sesión, vimos otro video llamado "Vale la pena", en este video, vemos a nuestro narrador de la historia (un científico y poeta) que un día iba paseando por la playa y se encontró con un joven que estaba lanzando cosas al mar así que por curiosidad se acercó y le preguntó que que hacía, a lo que el joven respondió que estaba regresando estrellas de mar que habían ido a para en la arena al mar para que no murieran. Nuestro narrador impresionado y a la vez intrigado le dijo que aunque él hiciera eso siempre habría más estrellas de mar de las que podría regresar al mar y no sólo en esa playa, sino en muchas otras y que si aún así pensaba que valiera la pena su esfuerzo. A lo que el joven respondió levantando una estrella y lanzándola al mar nuevamente y diciendo para ella valió la pena. El narrador quedó sin palabras y se retiró pero no pudo dejar de pensar en el joven y lo que él hacía y entonces a la mañana siguiente regresó y junto al joven se puso a recoger y regresar al mar las estrellas. 

Debo decir que después de ver estos dos video quedé muda, el primero ya les expliqué un poco y del segundo lo que más me llegó fue cuando dijo al final que todos tenemos la capacidad de dar algo al universo y que cada uno tiene que encontrar su estrella de mar. Eso último me recordó que ya he lanzado estrellas antes y que debo seguir haciéndolo, no debo dejarme pensar que lo que hago no vale la pena, que mis esfuerzos son inútiles. Entonces los videos me dejaron muda pero con una calidez increíble, fue uno de esos momentos en que sabes que todo ha valido y vale la pena. Creer en la humanidad no es una causa perdida y no sólo soy una soñadora empedernida o una idealista, mi(s) estrellas están siendo lanzadas y eventualmente voltearé y veré que no estoy sola lanzando estrellas y entonces sabré que hice mi parte y que somos el cambio que queríamos ser.